Respondiendo a sus preguntas sobre los aceites, sus propiedades y usos, así que esta semana le corresponde el #Johatip al Aceite de Coco.
Este a pesar de que tiene un alto porcentaje de grasas saturadas (90%), es una fuente de trigliceridos de cadena media, fuentes de ácidos grasos que en nuestros cuerpos se transforman rápidamente en energía, en vez de almacenarlos, lo que ayuda a quemar el exceso de calorías y favorece la pérdida de peso natural.
Otro dato importante es que, las grasas saturadas presentes en el aceite de coco son ricas en ácido laurico, ácido que consigue aumentar los niveles de HDL (colesterol bueno en la sangre).
Por otra parte, tiene un punto de humo muy alto (187°C) por lo que no se oxida con facilidad, ni se vuelve tóxico al cocinarlos a altas temperaturas.
Es la opción ideal para preparar comidas pre-entrenamiento y desayunos, ya que cuando los trigliceridos de cadena media son enviados al hígado se convierten directamente en energía, aumentando tus niveles de energía y disminuyendo la sensación de hambre.
El aceite de coco no se altera al cambiar del estado sólido al líquido, ni se oxida, ni amarga al usarlo en la cocina, por eso se puede usar en la cocina de múltiples formas, manteniendo siempre sus propiedades características. NO TODAS LAS GRASAS SATURADAS SON MALAS, eso es un mito.
¿Se puede freír con Aceite de coco? Sí. Para freír, el aceite de coco dura mucho más que el resto de aceites vegetales, se absorbe poco por las comidas, da a las frituras una textura extra crujiente, rara vez incide en el sabor de los alimentos, es una alternativa perfecta para hornear, freír o untar.
Lo hago? No, no me parece necesario pues obtengo la consistencia crujiente deseada horneando a alta temperatura. Salteando, a la plancha o al grill.