Los cortadores de galletas normalmente son de aluminio o de plástico, se adhieren a la masa fácilmente. Al presionar con el cortapastas sobre la masa, ésta se puede deslucir ligeramente y deformar, o el cortapastas se queda pegado después de cortar la masa, de forma que al intentar despegarla se consigue también que se deforme. Para que el cortapastas se deslice con más facilidad en la masa, además de que ésta esté bien fría para mantener su forma, hay varios recursos a tener en cuenta.
Engrasar el cortapastas con aceite facilitará que se deslice y realice un corte de la masa de galletas más preciso y sencillo. Otra opción es pasar el cortador por harina, sus pequeñas partículas también ayudan a que el cortador ejecute su trabajo y que la masa no se quede adherida a él.
En este último caso, si en la masa de galletas cortadas quedara un exceso de harina, será cuestión de pasar un pincel de cocina para retirarlo. Dependiendo de la masa que hagas puede funcionaros mejor un producto u otro para impregnar el cortapastas.
